In everyday life, we lose wonder and disregarding the beauty of what surrounds us daily. After a long journey away from home, I returned to Salta, a small city in northern Argentina. With fresh eyes, I rediscovered my homeland, not only reconnecting with what I missed and remembered, but also with what I overlooked in my life there. 
The colors, textures, surroundings, materials, and rhythms resonated more strongly than ever. In this reunion with myself and argentina the project emerged, with all the love to honor the customs of my home.

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En la cotidianidad, perdemos la capacidad del asombro, nos acostumbramos a ignorar lo rutinario y pasamos por alto las bellezas de lo que nos rodea diariamente.  Después de un largo viaje lejos de mi hogar, regresé a Salta, una pequeña ciudad en el norte argentino. Con ojos nuevos me reencontré en mi tierra, no solo con lo extrañaba y recordaba de ella, si no también con los que ignoraba en mi vida ahí. 
Los colores, los tactos, las cercanías, los materiales y ritmos resonaron con mas fuerza que nunca. En este reencuentro surgió este proyecto, con todo el amor que tengo honrar las costumbres de mi hogar. 
The Ekeko or equeco is a deity revered in Andean mythology, originating from the Andean highlands between Peru and Bolivia. Its influence extends to various Latin American countries such as Chile, Argentina, and Ecuador, where it symbolizes good fortune, prosperity, and abundance.
Depicted as a small, smiling figurine with open arms, families place it in their homes to offer offerings. Each intention is represented by a different "alasita". 
The culture and tradition surrounding this character embody a world of magic and spirituality, offering hope to those who engage with it.
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El Ekeko o equeco, venerada deidad en la mitología andina, tiene sus raíces en el altiplano andino entre Perú y Bolivia, extendiendo su influencia a diversos rincones de Latinoamérica, tales como Chile, Argentina y Ecuador. Esta figura encarna el espíritu del buen augurio, la prosperidad y la abundancia.
Representado por una pequeña estatuilla de gesto afable y brazos abiertos, el Ekeko ocupa un lugar destacado en los hogares, donde las familias le confían sus ofrendas. Cada una de estas ofrendas, portadora de sus propias aspiraciones, se materializa en una "alasita" distinta.
La rica trama cultural y tradicional que envuelve al Ekeko nos sumerge en un mundo de magia y espiritualidad, ofreciendo un halo de esperanza y auspicio a aquellos que lo acogen en sus vidas.
CUando no alcanza, abundancia. 

when is not enough 

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